Los primeros 1000 días que transcurren desde la concepción hasta que tu hijo cumple los dos años son una ventana de oportunidad crítica en el desarrollo integral del mismo.
Por eso es crucial que reciba todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y su salud a largo plazo.
El tipo de alimentación durante esta etapa estará asociado a su desarrollo intelectual, visual y psicomotor en los años posteriores.
El desarrollo cerebral de tu hijo
En los primeros tres años de vida tu hijo pasará de ser un recién nacido indefenso a un niño que camina, habla y hace valer sus opiniones.
Estos asombrosos cambios se producirán gracias al funcionamiento en conjunto de diferentes partes de su cerebro.
Su cerebro está compuesto por miles de millones de células llamadas neuronas, que se comunican entre sí enviando señales eléctricas.
Los ácidos grasos que contiene su cerebro ayudan a trasmitir estas señales de una manera más eficiente.
Hay dos procesos muy importantes que producen el desarrollo del cerebro durante los primeros meses de vida: la sinapsis y la mielinización.
El desarrollo del cerebro se produce cuando se forman sinapsis entre las neuronas.
Con las experiencias diarias se crean millones de sinapsis que ayudan a transmitir señales que controlan funciones importantes del cerebro como el pensamiento, los sentimientos y el aprendizaje.
La velocidad y la eficiencia con las que éstas señales se transmiten es tan importante como el número de conexiones que se formen.
Para que su cerebro funcione ágilmente, en otras palabras para que las transmisiones de las señales sean rápidas y claras, las neuronas necesitan mielina. La mielina es una sustancia grasa que sirve de aislante.
Aislar las neuronas permite la transmisión rápida y clara de las señales. Por lo tanto, otro paso crucial en el desarrollo del cerebro es la mielinización.
El periodo más importante para el desarrollo del cerebro se produce en la primera etapa de vida de tu hijo.
De hecho, el 85 por ciento del crecimiento del cerebro se produce durante los primeros tres años. Nunca más el cerebro se desarrollará tan rápido.
Durante los primeros meses de vida el desarrollo de sinapsis en el córtex del cerebro alcanza su punto máximo, y la mielinización es más rápida.
Por esto la nutrición es de suma importancia para el desarrollo del cerebro de los bebés y los niños pequeños.
En esta etapa de crecimiento la mielinización es veloz por lo que, dado que los ácidos grasos sustentan la mielinización, los niños necesitan una alimentación con un alto contiendo de grasa hasta por lo menos los 2 años.
La leche materna contiene éstos ácidos grasos de manera natural, al igual que hierro que es otro nutriente importante que contribuye al desarrollo cognitivo.
Por esto se considera que la leche materna es la mejor fuente de alimentación para los niños hasta los 2 años de vida.
Las fórmulas infantiles también contienen todos estos nutrientes. Gracias a años de investigación, las fórmulas infantiles de hoy en día son el alimento más parecido a la leche materna y pueden ser utilizadas por las madres que, por diferentes razones, no pueden amamantar a sus hijos.
¿Qué ácidos grasos tiene la leche materna que son necesarios para el desarrollo cerebral de los niños?
Durante muchos años se ha investigado cuáles de los nutrientes que están presentes en la leche materna son importantes para el desarrollo cerebral.
30 años de conocimiento científico plasmados en un reporte de la FAO/OMS nos dicen que el DHA y el ARA (trabajando juntos), son importantes para el desarrollo cerebral y también la visión.
¿Qué es exactamente el DHA y el ARA?
DHA es la abreviatura científica para el Ácido Docosahexaenoico, y el ARA es la abreviatura para Ácido Araquidónico.
Tanto el DHA como el ARA son ácidos grasos, nutrientes que se consideran fundamentales para el cerebro y los ojos de tu bebé.
El DHA es un ácido graso omega-3 abundante tanto en el cerebro como en la retina. Constituye el 97% de los ácidos grasos omega-3 del cerebro y un 93% de los de la retina.
El ARA es un ácido graso omega-6 que se localiza en todo el cuerpo, incluyendo el cerebro y la retina. Representa el 50% de los ácidos grasos omega-6 del cerebro y un 60% de los de la retina.
¿Por qué son importantes la dupla DHA y ARA?
Es muy importante que tu bebé obtenga suficiente DHA y ARA para estimular el desarrollo de su cerebro, sus ojos y su sistema inmunológico, desde el vientre y después de su nacimiento.
El DHA es un nutriente de radical importancia para el desarrollo cognitivo del bebé durante la gestación y la lactancia. Este efecto se extiende durante todo el ciclo de vida, particularmente en la salud cardiovascular y cognitiva.
El ARA es también crítico para el desarrollo y crecimiento del niño. Éste ácido graso es un precursor de las moléculas que regulan la inmunidad y también de las moléculas que regulan las células del organismo humano.
Las madres embarazadas y en período de lactancia deben consumir de 1.3 a 1.4g de ácidos grasos omega-3 como el DHA y el ARA al día, para satisfacer las necesidades de su bebé.
Durante el embarazo, las grasas poliinsaturadas de algunos de los alimentos que comes proporcionan a tu cuerpo ácidos grasos como el DHA y ARA que estimulan el desarrollo cerebral y ocular de tu bebé.
Después del nacimiento y durante los primeros dos años de vida, su cerebro se desarrolla rápidamente y depende en gran medida de la nutrición.

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Por eso, muchos expertos consideran muy importante que los bebés consuman DHA y ARA en este momento fundamental.
Por años, investigaciones científicas han reconocido la importancia del DHA y de su potencial como influencia positiva de la función del cerebro, así como para el desarrollo visual.
Además favorece el adecuado crecimiento y funcionamiento del sistema inmunológico.
También se ha reconocido que el ARA es muy importante dentro de la nutrición; además que promueve el crecimiento de órganos y de los tejidos. Así también como el adecuado desarrollo del sistema inmunológico.
¿Por qué el DHA contribuye al desarrollo del cerebro?
Como comentamos al principio, el cerebro madura cuando se forman sinapsis o conexiones entre las neuronas para que puedan trasmitir señales más eficazmente.
Un paso importante en este proceso se llama mielinización —el recubrimiento de células en mielina— que permite una comunicación más rápida y clara entre las células.
La mielina es una sustancia compuesta por ácidos grasos esenciales como el DHA.
Por eso estas grasas son tan importantes en la alimentación de los niños pequeños.
¿Qué dicen los estudios?
En el aspecto cognitivo, numerosos estudios han demostrado un mayor desarrollo mental de los niños son suplementados con DHA. En un estudio llevado a cabo en Estados Unidos demostró que niños alimentados con fórmulas con DHA durante el primer año de vida tienen un desarrollo cognitivo más alto a los 18 meses de edad. Fuente: ncbi.nlm.nih.gov
Un estudio clínico realizado en 343 niños en Estados Unidos demostró que los niños alimentados con fórmulas con DHA exhiben una mejor agudeza visual. Fuente: ncbi.nlm.nih.gov
Niños suplementados con DHA y ARA muestran efectos positivos en el aprendizaje de reglas y disciplina, a los 5 años tienen mejor habilidad verbal, y a los 6 años muestran mejores puntajes de inteligencia. Fuente: ncbi.nlm.nih.gov
¿De dónde pueden obtener DHA y ARA los niños?
Tu bebé obtendrá DHA y ARA en el útero.
Después de su nacimiento obtendrá el DHA y ARA de la leche materna.
También las fórmulas infantiles contienen DHA y ARA para promover el desarrollo cerebral y ocular de los niños en todas las etapas de su desarrollo.
Los niños en edad preescolar y escolar (4 y 18 años) pueden seguir obteniendo DHA y ARA a través de los alimentos que contienen ácidos grasos.
Entre los principales alimentos que contienen Omega 3 y 6, precursores del DHA y ARA son:
Ácido graso omega 3: Peces azules como la sardina, la caballa o el salmón.
Ácido graso omega 6: Aceites vegetales (de maíz y soya) y algunos frutos.
Y si fuera necesario, dado que ciertos niños y adolescentes son reacios a comer ciertos alimentos, podrían suplementar la ingesta de DHA y ARA a través de las fórmulas infantiles apropiadas para cada edad.
Tu papel en desarrollo cerebral de tu hijo.
Tu papel es de suma importancia en el desarrollo del cerebro de tu hijo.
Las primeras experiencias de un niño tienen una gran influencia en el desarrollo de su cerebro. Éste no sólo necesita de una alimentación nutritiva sino que también necesita de estimulación para crecer y madurar.
Por esto es esencial que cuides a tu hijo con cariño, en otras palabras que lo cargues, le hables y juegues con él o con ella.

Si el desarrollo cerebral de tu hijo es normal lo verás en el desarrollo de sus capacidades.
Al principio, como el cerebro de tu hijo contiene muy poco mielina, esa sustancia grasa que recubre las neuronas y las ayuda a trasmitir señales eficazmente, cuando le pidas que ponga un juguete en una caja puede tomarle un tiempo en procesar lo que le pides y hacerlo.
Pero a medida que su cerebro se desarrolla, podrá comprender y hacer más rápido lo que le pides.
A medida que el cerebro de un niño pequeño se desarrolla éste irá dominando nuevas destrezas, como por ejemplo seguir instrucciones. Pero ten en cuenta que cada niño se desarrolla a su propio ritmo.
Fuente: alimentaelfuturo.com
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